5 de marzo de 2012

MARÍA MOLINER, AMANTE DE LAS PALABRAS : EXPOSICIÓN BIBLIOGRÁFICA EN LA BIBLIOTECA CENTRAL


“Estando yo solita en casa una tarde……” así es como María Moliner evocaría años más tarde el momento en el que decidió escribir el Diccionario. Una tarea que pensaba realizar en unos meses, pero acabaron convirtiéndose en 15 años. El Diccionario que la autora terminó no era el que pensó escribir en un primer momento. Su modelo inicial, el Learn’s Dictionary of Current English de A. S. Hornby (1948), un diccionario para estudiantes de inglés, le sirvió de guía, pero su ambición por las palabras fue creciendo y creciendo hasta llegar a crear cerca de 3000 páginas.

¿Qué estudiante no ha experimentado sensaciones contradictorias cuando consulta por primera vez “el María Moliner”?. Nada más abrir el Diccionario, en su primera edición de 1966-1967,  encuentras  una presentación de doce páginas que bien podría tratarse de un manual de lexicografía; le siguen cuatro páginas de advertencias para su manejo ; las palabras se buscan siguiendo el orden alfabético, pero descubres además que debajo de cada voz principal se encuentra una segunda organización de las palabras por familias, combinándose  el orden alfabético con el ideológico. Por tanto, una palabra la puedes encontrar en dos sitios diferentes. Esto que puede producir cierta confusión al lector en un primer momento, provoca que te vayas enredando placenteramente entre palabra y palabra, saltando de voz en voz, descubriendo sinónimos, etimologías, catálogos de palabras, nuevos usos …

Precisamente éste fue el aspecto más criticado por los detractores del Diccionario, además de la subjetividad e intuición que le achacan los académicos, a los que no les gustó que una mujer sin formación lexicográfica se “inmiscuyera” en un área en la que no era especialista.  

La segunda edición vería la luz en 1998 con bastantes más cambios de los que había hecho la propia autora antes de fallecer, por lo que uno de sus hijos llegó a calificarlo de apócrifo. Fueron eliminadas las familias de palabras y se añadió un incremento de voces significativo, con una gran cantidad de americanismos. Como buen diccionario de uso sigue estando vivo. La tercera edición apareció en 2007, manteniendo los principios y en buena medida la estructura y los contenidos de ediciones anteriores, pero ha sido sometida a un verdadero proceso de revisión y actualización, clarificando el texto para facilitar su consulta.

A pesar de los años transcurridos, sigue siendo el diccionario de la lengua cabecera de filólogos y escritores. Según García Márquez, el más divertido. Para María Moliner  “(…) esta obra a la que, por su ambición, dadas su novedad y su complejidad, le está negada como a la que más la perfección, se aproxima a ella tanto como las fuerzas de su autora lo han permitido” (abril 1966).
 
 En la Biblioteca Central puedes consultar las siguientes ediciones del diccionario : 
Diccionario de uso del español, reimpr. 1ª ed. 1990
Diccionario de uso del español, 2ª ed. 1998
Diccionario de uso del español, 3ª ed. 2007
Diccionario de uso del español, ed. abrev. 2008 


(Material utilizado :  Fuente, Inmaculada de la : El exilio interior:la vida de María Moliner. Madrid : Turner, 2011)

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